La luz de la luna llena se colaba entre las ramas de los árboles del parque. En un banco, con el único sonido de los grillos y el murmullo del viento entre las hojas, estaban sentados: ella enfrente de él, él enfrente de ella.
- ¿Por qué estamos aquí?- dijo él
- Quise reunirme esta noche contigo
- ¿Y bien?
- ¿Cómo estás?, ¿eres feliz?
- Sí
- ¿Por qué mientes? - le preguntó ella triste
- No lo hago
- Sí lo haces: tus palabras dicen lo contrario que tus ojos
- ¿Y qué dicen exactamente mis ojos, si se puede saber?
- Que se sienten culpables por haber mentido a tu corazón
Entonces ella se acercó un poco más a esos ojos que la perdieron desde el primer instante, le dio un suave y breve beso, le acarició las mejillas, sujetando su rostro, y manteniendo sus ojos unidos, le acercó a su regazo. Le abrazó con la misma ligereza con la que el viento, a su alrededor, les abrazaba a ellos. Él, a mil latidos por segundo, se aferró a la cintura de ella mientras sus manos temblaban: su mente estaba saturada, cerró los ojos y poco a poco recuperó la calma, era fácil cuando se encontraba así con ella... Dejó su mente en blanco y buscó en su interior. No pudo determinar cuanto tiempo permanecieron así. De repente oyó la brisa que les envolvía y sintió el dulce movimiento de los dedos de ella entre su pelo, desplazándose hacia su cuello y pasando después a la parte de su rostro que no permanecía recostado en su pecho. Sintió salir las lágrimas de sus ojos y sintió que desaparecían con el contacto de su mejilla contra la de ella.
- Sshh..., no pasa nada, no llores por favor - susurró ella queriendo transmitir la misma paz del viento- Estoy aquí, no estás solo: no tengas miedo.
lindo blogg:P
ResponderEliminarQue dificil es darse cuenta que a quien tu quieres se fué...
ResponderEliminarPero el viento trae la escencia de ella...
Buen escrito Nube!!!
XD