martes, 20 de julio de 2010

Personas

Personas. Todos somos personas. Me da igual que tengamos edades distintas, ideas distintas o modos diferentes de trabajar: eso me da igual.  Lo que no me da igual es que, por mucho que estemos estresados, nos creamos con derecho a prevalecer sobre el otro. Con esto quiero decir que hoy he tenido que soportar a un jefe altivo, que pretende obtener resultados grandiosos de la nada y que piensa que el único trabajo importante es el que él realiza. Y no, no me parece justo que, después de no haberme prestado atención ni haberse interesado por mi trabajo ni haber "hablado" con el cliente cuando yo le preguntaba, en varios meses en los que he estado buscándome la vida, literalmente, sola, venga ahora diciéndome que "el cliente lo quiere para mañana porque se va" y lo único que haga sea darme gritos.

No soporto a la gente ofuscada que sólo piensa que las cosas deben resultar y hacerse cómo se piensan ellos, sin intentar por un momento interesarse por las novedades, limitando así las oportunidades y ventajas posibles. Me enerva la gente que no escucha cuando tratas de explicar, haciendo un gran esfuerzo para que no se pierdan y te sigan, lo que has hecho y por qué.

No me importa trabajar durante varias horas seguidas, hasta bien entrada ya la tarde, aguantando sólo con un pincho de tortilla a las doce, sin levantarme de la maldita silla en todo el tiempo: eso no me importa, puedo trabajar durante todo el día si realmente hay urgencia y es necesario, que no me importa y lo hago sin pedir después nada a cambio. Lo que sí me importa, lo que de verdad me importa, es el modo que tiene de tratar a la gente ese que se hace pasar por "jefe" o "director": ya sé que la vida es dura, y que las cosas la mayoría de las veces no son fáciles, lo sé y soy capaz de enfrentarme a ello, con calma, poco a poco, para no perder los nervios y pagarlo con los demás.

Hoy, le dedico esta entrada a ese ser humano que me ha mostrado lo ruin que puede llegar a ser una persona. Gracias queridísimo desconocido, gracias, porque así tendré presente, aún más si cabe, lo que no quiero llegar a ser algún día y en lo que no me quiero convertir. El camino es hostil, pero no me dejaré vencer por gente que sí se dio por vencida.

1 comentario:

  1. Exacto!!
    Además de molesto es estresante!!
    Al igual que tu, detesto a este tipo de personas.

    Suerte con eso eh!!

    Un beso desde mi cárcel de destiempo!

    ResponderEliminar