viernes, 22 de octubre de 2010

Reflexiones sobre la vida

Me pasa a veces, sale un tema de conversación que en principio no presenta gran importancia pero que al final deriva en aspectos más profundos y entonces me "despierto". Y expongo mis ideas a mis amigos y ellos exponen las suyas, algunos se acaban cansando de tanto "razonamiento", pero por suerte no soy la única que adora esas charlas así que solemos dejar en pausa la conversación para otro momento y pasamos a hablar de los próximos planes o de alguna otra noticia de última hora.

A veces soy yo y otras veces no, volvemos a sacar el tema que dejamos en pausa y no llegamos a ninguna conclusión definitiva: definitivamente existen infinitos puntos de vista y todos válidos. Eso me gusta y además me acerca más al resto de esas personas con las que trato estas conversaciones, y valoro en especial sus opiniones ante cualquier problema planteado y trato de reflexionar con especial atención cuando son ellos los que exponen un problema. No sé, es algo que se crea poco a poco, que genera confianza y pienso de verdad que por eso a ellos les llamo amigos en el significado más amplio de la palabra. Amigos, amigos de verdad, amigos que te aprecian, amigos que se alegran con tus alegrías y que se conmueven con tus tristezas, amigos que siempre son claros y sinceros: amigos porque no te dicen cosas por agradar sino para ayudarte a que seas tú mismo el que busque su propia solución. Lo valoro y por esas cosas me sentiré siempre en deuda con ellos.

La mayor parte de mi vida la he pasado sin conocer la verdadera amistad pero afortunadamente puedo decir que hace unos años di con personas que desde el primer momento estuvieron dispuestos a escuchar, a hablar y a querer permanecer ahí. Esas personas siguen siendo hoy en día mis amigos. Con ellos he compartido viajes, situaciones de estrés, alegrías, tristezas... y con el tiempo me han demostrado que siguen siendo los mismos y, lo más importante, que seguirán siéndolo.

4 comentarios:

  1. Pues mira, la verdad es que el tema de la vida es muy amplio, un biologo te puede decir una cosa, un filosofo otra, un poeta algo mas, etc.....

    De ahi podemos seguir hasta la disyuntiva de si hay vida despues de la muerte, toda una pugna entre creyentes y ateos.

    Por lo menos para mi que soy minimalista he tomado la desicion de ser feliz con el minimo de cosas posibles, por ello he decidido jamas casarme ni tener hijos.

    Eso es lo que te puedo decir por mi parte.

    Saludos, no dejes de visitar mi blog.

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  2. el ultimo parrafo es genial ^^ y estoy totalmente de acuerdo contigo
    Un beso! =)

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  3. Muy hermosa reflexión. Yo tengo pocos amigos, algunos vienen otros van y pocos son los que permanecen. Que padre tengas la oportunidad de tener amigos así con los cuales debatir y compartir.

    Saludos

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  4. Dulce nube =)

    Yo he conocido la amistad que relatas hace tan solo un añito... osea que he vivido 18 años con pseudoamistades que me han traicionado y decepcionado enormemente.

    Pero, ¿sabes qué?

    que ahora valoro mucho más los tesorillos que han aparecido, y con los que puedo tener charlas profundas, de esas que tanto nos gustan, ;)

    Un besito, y cuida también a tus tesoros. Sé que lo harás.

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