martes, 7 de diciembre de 2010

A veces son pequeños detalles...

A veces son pequeños detalles los que más felicidad nos traen. A mi siempre me alegra el silbido del viento sur contra los cristales. Entonces, como ahora, me acerco hasta la ventana y la abro. Me asomo e inspiro todo el aire que pueden guardar mis pulmones. Y sonrío, me gusta sentir cómo esa brisa roza mi rostro. Me templa, aunque sean casi las doce de la noche, me calienta el alma y me hace ver, durante esos minutos que sigue cogiendo y perdiendo fuerza en un sigiloso vaivén,  la vida de otra manera. Más sencilla, más completa... y  me lleno de tranquilidad y sosiego. No tengo miedo. Si sigo oyéndolo, no tengo miedo...


Sólo con pequeños detalles una noche que parecía insípida cobra el mejor sabor: el sabor de una noche perfecta. Y ahora mismo, en este preciso momento, esta noche me parece perfecta.

6 comentarios:

  1. que lindo, a mi me encanta abrir los ojos con el primer cantito de los pajaritos, o despertarme con el olor a tostadas de la casa, y dormirme con olor a sahumerio o cafe =)

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  2. A mi me motiva salir en mitad de la noche, sentarme en el suelo, y mirar las estrellas.
    Es algo que me hace sentir realizada..

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  3. Son esos pequeños detalles, pero sabes, hay muchisíma gente que no tiene la sensibilidad para notarlos, a veces el materialismo triunfa sobre estos detalles que pasan desapercibidos, afortunadamente no soy de esos y comparto lo que has escrito.

    Un abrazo.

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  4. Sólo hay q ver las cosas perfectas para que se conviertan en perfectas.
    Besos!

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  5. amo esos pequeños detalles que te hacen sentir realmente vivo.

    Saludos

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  6. yo solo abro la puerta cuando me gusta lo que voy a ver.....( no la abor demasiado en esta ciudad)

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