domingo, 1 de noviembre de 2009

El Blog del Inquisidor

Domingo 1 de Noviembre. Estoy mejor que hace un mes, eso es un hecho que puedo asegurar, pero no puedo decir que esté superado. En este tiempo he podido leer un par de libros y ambos me han ayudado a pasar los días de manera que no pensara que mi vida es un infierno durante las 24 horas, además me han hecho reflexionar sobre todo: él, la vida en general, mi vida personal, en definitiva... yo.

El Blog del Inquisidor, escrito por Lorenzo Silva, lo terminé de leer el Viernes. Los primeros capítulos me parecieron un poco pesados, hubo momentos en que no supe si dejar de leerlo y devolverle a la biblioteca.... trataba al principio básicamente el tema de la Inquisición en España, y con todo mi respeto, la historia nunca ha sido uno de mis fuertes. Pero ahora que le he leído comprendo por qué era necesario someter al lector al tema, de modo que se pueda lograr una cierta ubicación  sobre a qué se refería el personaje que contaba la historia y entender así la suya propia.

No voy a contar aquí de qué iba el libro porque soy bastante mala haciendo resúmenes y porque creo que es mejor descubrir los libros por uno mismo y hacerse su propia visión, así que si a alguien le interesa seguro que le puede encontrar en alguna biblioteca fácilmente.

Lo que me gustaría destacar es una de las cosas que contaba el Inquisidor a Theresa y que me ha hecho pensar mucho, cito aquí el fragmento:
".., sobretodo en mis relaciones con otras personas, parto de esta premisa: tenemos lo que merecemos tener, y perdemos lo que merecemos perder. Porque sólo merecemos tener lo que necesitamos, y cuando necesitamos algo sabemos cuidarlo y no lo perdemos. Y merecemos perder lo que no necesitamos, y cuando no  necesitamos algo no sabemos cuidarlo y dejamos de tenerlo. No sólo resulta lógico, sino que admitirlo así sirve para estar en paz con uno mismo, responsabilizarse de la propia vida y no convertirse en uno de esos pelmas que van por ahí cargando en la cuenta de los demás sus propios fracasos. "
Encuentro mucha verdad y mucha lógica, como el propio personaje dice, en eso de que tenemos lo que merecemos tener, y perdemos lo que merecemos perder. No voy a negar que esta frase me hizo sentirme bien conmigo misma, con la conciencia tranquila, pero a la vez me dolió porque enfrentarse a la realidad a veces no es sencillo y tras esa frase no sólo se encuentra mi consuelo sino también me pena, mi dolor... tenemos lo que merecemos tener... yo no merecía tenerle a él y, a fecha de hoy, eso me duele.

No, no soy tampoco una de esas pelmas que van por ahí cargando sus fracasos a los demás y por eso ahora no puedo hacer otra cosa que silenciar mi dolor en la medida de lo posible enfrascada en el estudio, el deporte y los fines de semana con los amigos. No soy una pelma, porque serlo tampoco aliviaría en lo más mínimo algo de todo esto que siento... no soy una pelma, porque no forma parte de mi naturaleza pero ahora también puedo comprender que si lo fuera quizá todo esto sería más fácil, podría sacudirme la tristeza y seguir sin volver la vista atrás sin esfuerzo.

Supongo que, al fin y al cabo, nunca se encuentran los motivos exactos para comprender las partes amargas de la vida. Sólo queda seguir el camino, a mi no me cabe duda de que me va a costar mucho dejar de volver la vista atrás hacia esta época que estoy viviendo, pero no puedo hacer otra cosa que seguir. Seguir y, aunque sé que los recuerdos no se van a ir y que duelen como el primer día, tapar esos momentos y no dejarles salir a la superficie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario