martes, 16 de febrero de 2010

Durmiendo

Durmiendo, mi corazón está durmiendo...
- ZzZzZzZzZz...
- ¡chs! ¡eh! ¿me oyes?
- ZzZzZzZzZz...
- En fin, supongo que estás demasiado cansada. Duerme, duerme y despierta cuando te sientas otra vez con fuerzas.
No sé, no estoy mal, solo que, como una parte de mi que últimamente me estaba inundando ahora duerme me siento un poco extraña... creo que no presto mucha atención a los días, pero tampoco me siento enfadada por ello como me ha pasado en alguna otra ocasión: anestesiada, con una nube de humo blanco a mi alrededor... me inspira cierta tranquilidad y a la vez desasosiego, ¿me estaré perdiendo en mi propia niebla?. No sé, creo que mientras duerma, tampoco estaré tan mal.

Hoy, por fin nos hemos tomado ese café. Reconozco que, al principio, me sentí como la primera vez que quedamos a tomar algo... Después fui recuperando esa confianza que me infundes a medida que pasan los minutos y me sentí como si siempre hubiéramos estado así. Me gustó ese momento, me sentí cómoda allí, contigo y una par de vasos vacíos desde hacía horas. Luego, la hora de marcharse, como siempre.. una parte de mi se enfada con la otra: ¿por qué me duele siempre tanto ese momento?, ¿por qué siento que se desvanece todo cuando te bajas sin siquiera rozarme con tu mano una mejilla?, ¿por qué?..., ¿por qué siento siempre ganas de llorar cuando te vas?.

Me estoy volviendo loca, maldita sea, lo único que sé es que no quiero perderte, que quiero que tú también me quieras... pero ahora mismo no tengo fuerzas para luchar... no tengo, no tengo... no tengo y se despierta mi corazón en este instante y me susurra todavía medio en sueños:
- Lo sabes.. sabes que si te dejas vencer, que si tomas la decisión de rendirte...quizá ahora no, quizá mañana tampoco...pero sabes que tarde o temprano te arrepentirás: harás que yo sufra más de lo que ya te haya dejado sentir.
- Pero, ¿no ves que no me quiere? (que no nos quiere...). Como razón que soy, opino que es hora de seguir sin él...
- ¡NO!
- ...vale, vale... tranquila. Mira, creo que es mejor darnos unos días, quizá si descansas lo suficiente consigas convencerme de que puedes con ello, no voy a hacer nada sin tu consentimiento, de verdad... ya te lo dije en su día: te necesito..y tú me necesitas.
- Sí, lo sé... Y, ahora, deja de pensar y déjame descansar, por favor.

Y, de nuevo, mi corazón se duerme, y así permanecerá hasta que se recupere y tenga fuerzas para seguir debatiendo con la razón y juntas lleguen a algún punto en común. Durmiendo... yo estoy durmiendo.

1 comentario:

  1. Intenta conquistarle poco a poco para que te quiera como tú le quieres... todo tiene arreglo menos la muerte...
    Besos! =)

    ResponderEliminar