sábado, 24 de abril de 2010

Encuentro conmigo misma

- ¿En qué piensas, pequeña?

- En mi.

- Y, ¿cómo estás?

- No muy bien, la verdad.

- Cuéntame tus porqués, anda...

- No me siento a gusto conmigo misma y no soporto no poder cambiar esta situación. Me desespero porque así no puedo ser feliz, necesito estar en paz conmigo y siento que no es así. Se supone que ya soy adulta pero me comporto de manera irracional, no controlo los sentimientos: se me escapan de las manos y hacen conmigo lo que quieren sin poder evitarlo...

- Sabes, no debes sentirte mal, pequeña, no has hecho nada que no hubiera hecho una persona enamorada. Eso no es malo. Es normal que te sientas así pero debes comprender que tú lo ves todo más negro porque no puedes mirar más allá y, algún día, cuando pase todo esto y mires atrás llegarás incluso a reírte de ello.

- ¿Eso crees? ¿llegaré a reírme de los sentimientos? dudo que algún día pueda reírme pensando en estos malos momentos...

- No, no te reirás del dolor. Eso nunca lo harás, lo sé, por como eres. Te reirás de lo adorable que eres cuando cometes locuras de las que luego te arrepientes, te reirás porque es ahora, siendo adulta como eres, cuando estás aprendiendo a ser pequeña.

1 comentario:

  1. Los sentimientos nuna se pueden controlar, no se les puede poner un limite. Nos reimos despues al ver lo fácil que era solucionar esos momentos en los que nos sentimos bloqueados, nos reimos de nuestra propia estupidez.
    Nunca se és adulto. Los niños nunca mueren.

    ResponderEliminar