viernes, 30 de abril de 2010

A corto plazo

Algunos días, como ayer, cuando por unos minutos vuelvo a compartir el mismo aire contigo flaqueo. Es en esos efímeros minutos en que me siento miserable al observar cómo no puedo controlar el temblor de mis manos: no puedo escribir y el bolígrafo que siempre agarro fírmemente quiere saltar por los aires. Entonces opto por cruzarme de brazos o por apretar la punta del bolígrafo contra el papel: así no veo vibrar mis sentimientos.

Otras veces, como hoy, no puedo evitar maldecirme cuando me alejo, o te alejas, en otra dirección porque no me gusta comprobar que verte sonreír todavía puede devolverle la alegría perdida a mi día gris. Eso no es bueno y lo sé. No es buena señal, eso también lo sé. Y sé qué es lo que debo hacer: seguir en la distancia, desear que pase ya este mes y medio que queda para que terminen las clases y entonces... entonces yo no terminaré sólo un curso más, dejaré la facultad definitivamente para pasar al mundo laboral y será todo más fácil... en lo referente a ti, claro... Así debe ser y así será.

No hay comentarios:

Publicar un comentario