- ¿Quién es? - preguntó el chico curioso
- No es nadie a quien puedas alcanzar - le dijo su amigo.
- Y tú, ¿cómo lo sabes?
- ¿Bromeas? Es un alma destinada a la soledad, siempre flota en el cielo y cuando toca el suelo sólo es para coger impulso y lanzarse de nuevo al vacío.
- ¿Sí?, pues entonces volaré con ella.
Las almas destinadas a la soledad son las que están más dispuestas a recibir compañía, sobretodo una tan grata como la tuya.
ResponderEliminarSigue buscando, que pronto encontrarás el aroma que más te gusta...
Muchos abrazos!
Discrepo.
ResponderEliminarLos amantes de la soledad son eso, amantes y por tanto son celosos de ella y la guardan para ellos.
Ojo, eso no impide que no disfruten de la compañía, pero porque han (hemos) aprendido a sentir esa ansiada soledad aún rodeados de gente.
Que hermoso es sentir que siempre seré un águila solitaria.