martes, 23 de marzo de 2010

A lo lejos

A lo lejos te he visto. Hablabas por teléfono, bajo los rayos de sol... imagino que quizá hablabas con ella, te habrá dicho lo mucho que te echa de menos y que a ver si podíais quedar aunque fuera para tomar un café antes de volver a clase por la tarde. Tú estabas nervioso: una mano se inquietaba escondida en el bolsillo de tu pantalón vaquero, los pies te llevaban de aquí hacia allá sin reparar en ello. Eres feliz y yo, a pesar del dolor, me alegro.

Ahora viene lo peor, las consecuencias de haberte visto, a lo lejos. No estoy mejor aunque haya pasado algo de tiempo, es sólo el no verte lo que hace que pueda engañarme a mi misma hasta tal punto de pensar que rápidamente me recupero, pero no. Hoy te he visto, a lo lejos, y al hacerlo he comprendido que coserle las heridas a este corazón es algo que todavía llevará su tiempo.

No puedo volver a verte más, esa es la conclusión que he sacado de este día que para mi acaba de terminar: no puedo verte más porque entonces todo el dolor que hay aquí dentro vuelve a empezar. No puedo verte más, y mientras me grito estas palabras en silencio, lloro y mi corazón siente que se muere un poco más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario