sábado, 29 de mayo de 2010

Quiero...

Coger el estrés y el agobio a las 8:30 y dejarlo discutiendo solo a las 11:00. Tomar un café y un pincho en el bar de enfrente, reír y sentir cómo se alejan los problemas resbalando, por el taburete que me mantiene, para morir en las baldosas grises del suelo. Regresar a las 11:25 a esa mesa donde me espera mi portátil, sentarme en esa silla azul sin aquellos problemas que olvidé y descubrí que no son tan importantes como pretendían ser. Escribir con calma, olvidar dónde estoy y concentrarme en mi propio esfuerzo: es tan reconfortante sentir que nada puede contigo y que siempre encuentras alguna solución que ni por asomo pensabas que llegaría...

Salir a las 14:40 cansada, con las tareas ya planeadas para el día siguiente, pero satisfecha. Mirar al cielo azul de verano, limpio de nubes, al abrir esa pesada puerta que no volveré a tocar ese día más, subirme a mi coche, ponerme las gafas de sol marrones, bajar las ventanillas para que la brisa cálida alivie el fuego que hay dentro, alejarme sonriendo, sintiéndome la accionista mayoritaria de la felicidad del mundo entero. Llegar al aparcamiento de la playa a las 15:06, bajar las escaleras de piedra y descalzarme antes de tocar la arena, ponerme el bikini, recogerme el pelo, acercarme al agua con la sensación de hambre. Sumergirme en el mar rápida y suavemente, y bucear, bucear hasta sentir que mi corazón se refresca al ritmo de mi piel. Flotar con el agua debajo de mi cuerpo, cerrar los ojos, no oír a los niños que ríen mientras juegan en la arena, escuchar solamente la respiración de la profundidad del mar y dejarme acunar por esa melodía.

Y sentir de nuevo esa sensación que tanto me llena: que la vida me parezca buena.

3 comentarios:

  1. y sentir de nuevo esa sensacion que tanto me llena: que la vida merece la pena
    que gran frase, me ha gustado mucho leerte, me quedo un ratillo mas por tu casa reina
    feliz domingo

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  2. Que curioso, la vida es plena para algunos, en aquello que para otros resulta insignificante. A mi por ejemplo, nada me llena más de satisfacción que un café humeante, la lluvia en la ventana...

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